Tarta al Limoncello: una delicia italiana

Los postres y las tartas son algo que nunca dejaremos atrás, nos encanta el dulce, nos encanta saborearlo y, cuando están hechas con licor, ¡mejor todavía! Por eso, desde Licores del Mediterráneo os proponemos esta deliciosa tarta al limoncello,  la bebida típica italiana. ¡Sigue leyendo!

Hace la tarta al limoncello es un proceso muy sencillo que se divide en tres partes: bizcocho, crema y almíbar.

 

Bizcocho:

Necesitamos mantequilla, azúcar y harina en las mismas proporciones, unos 200 gramos; una cucharadita de levadura; cuatro huevos; y ralladura de limón, 2 o 3, según el tamaño.

 

Crema:

Usaremos mantequilla (hay quien prefiere margarina) a temperatura ambiente y azúcar glas, igual que antes, en las mismas proporciones, pero un poco más que las que hemos usado para el bizcocho, con unos 230 o 240 gramos estará bien; también necesitamos unos 180 gramos de lemon curd, o cuajada de limón (que se puede encontrar en muchos supermercados).

 

Almíbar:

Medio vaso de agua y medio vaso de azúcar y lo más importante, un vaso de chupito de Limoncello (bueno, mejor dos, uno para la tarta y otro para nosotros, o mejor, aun, ten la botella cerca que la usaremos mucho).

Tras hecho el recuento de ingredientes, ¡vamos al lío!

Antes de nada precalentamos el horno.

Batimos la mantequillas y el azúcar glas hasta que quede una mezcla uniforme, pasaremos añadir los huevos y la ralladura. ¡No paremos de mezclar! Ahora pasemos a añadir la harina y la levadura, pero tamizadas, siempre tamizadas. Seguimos batiendo hasta que tengamos la masa homogénea. Y después la echamos en un molde redondo (que previamente hemos engrasado). Listo, al horno, te puedo decir tiempo (unos 45 o 50 minutos), pero un truco que nunca falla es usar un mondadientes: pinchamos la masa y si sale limpio está en su punto.

Ahora es el momento más importante y delicado, nunca saltes este paso: coge un vasito, echa Limoncello al gusto, y bebe. ¡Disfruta!

Mientras se está horneando el bizcocho, prepara el almíbar y cuando esté listo, lo apartamos y dejamos que pierda el exceso de calor. Cuando esté templado, cogemos los dos vasitos de chupito de Limoncello y… ¡uno para el almíbar y otro para nosotros!

Sacamos la masa del horno, la cortamos de forma horizontal en tres partes y, tras unos minutos, la pinchamos repetidas veces con un palillo (podemos usar el mismo de antes, que hay que ahorrar) y la pintamos con nuestro magnífico almíbar. Ahora hay que dejar que se enfríe por completo.

Ahora solo queda preparar la crema, para ello, batimos la mantequilla y el azúcar hasta que se aclare la mezcla, añadimos la cuajada de limón y batimos hasta tener nuestra crema homogénea.

¿Recuerdas la botella de Limoncello que hemos dejado cerca? pues a lo mejor es el momento de volver a usarla, esa es a tu elección.

Ahora hay que montar la tarta: capa de bizcocho, crema, bizcocho, crema, bizcocho y crema. Cubrimos el lateral con crema también, pero una capa fina. Dejamos enfriar en el frigorífico y al rato, volvemos a añadir más crema y decoramos al gusto.

Listo, ahora el paso final, échate otro chupito de Limoncello, porque te lo mereces.

 

Pues hasta aquí nuestra receta de hoy. Podrás comprobar que es muy sencillo de preparar, tan solo con un poco de paciencia y una botellita de nuestro licor, podrás preparar esta deliciosa tarta al Limoncello. Fresca, sabrosa y lo mejor, ¡casera!